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EN SUS PROPIAS PALABRAS

Gacela

Nací en Bogotá Colombia, hijo de Gonzalo Merchán y Lilia Pinzon, de origen humilde pero trabajador. Viví y estudié en Bogotá. 

Mi primer acercamiento a la música fueron las lecciones de piano cuando tenía 13 años, pero en realidad soñaba con ser futbolista. 

Pero todo dio un giro inesperado cuando oí por primera vez a Jimi Hendrix. Me impactó de tal manera que ya con 15 años tenía  la certeza de lo que quería ser en la vida: MUSICO.  

 

Vendí todo lo que tenía y hasta robé ceniceros y candelabros de la casa de mis viejos y unos cuantos trajes de mi papá y así reunir suficiente dinero para mi primera guitarra eléctrica. 

 

Aprendí unos acordes y a la semana estaba tocando con mi banda en un bar en Bogotá canciones de los Beatles y los Rolling Stones que me iniciaron en una carrera musical llena de magia y trabajo que gratamente me ha traído a donde estoy. 

 

Toqué con bandas locales hasta que me fuí a los Estados Unidos a terminar mi bachillerato y seguir aprendiendo a tocar la guitarra. Volví a Colombia en el 72 y formé Malanga con algunos de mis mejores amigos. Estudiamos y tocamos unos cuantos años, pero vivir en Colombia del rock era mucho más difícil en ese entonces. 

 

Decidí irme a Inglaterra a probar suerte y alejarme un poco de la amenaza de las drogas. Llegué a Londres en 1974. Me fascinaba la música inglesa y Europa ejercía una gran atracción sobre mí. Estuve en Londres por un tiempo, pero fue una época  muy difícil.

 

A veces no tenía dinero, ni trabajo, ni comida y extrañaba a mi familia y mi gente. Así que en compañía de mi amigo Eduardo Meneses, nos mudamos a  Cambridge, una ciudad más amistosa y donde es, hasta el día de hoy, cuna de las mejores universidades del mundo.

 

Conseguí trabajo pintando una escuela de Inglés a cambio de unas cuantas clases y mientras estuve allí, conseguí otro trabajo tocando guitarra todas las noches en un restaurante. El dinero que me ganaba me alcanzaba para pagar la renta, comprar comida y después de ahorrar por un tiempo pude asegurar un cupo en el Cambridge College of Arts and Technology, donde estudié Música e Historia del arte. 

 

Por ese entonces estudiaba en la universidad durante el día y trabajaba tocando guitarra todas las noches. Fueron unos de los días más duros que recuerdo, pero pude estudiar música clásica, composición, dirección orquestral, arreglos y mucho más.

 

También  empecé a experimentar con composición y escribí unas cuantas piezas orquestrales y piezas para ensambles. Gané un concurso con mi cuarteto de cuerdas Vientos del Sur, influenciado en mis compositores preferidos de música clásica impresionista Debussy y Ravel. 

 

Fue mi primer triunfo en Europa que me llenaba de orgullo ya que no tenía un entrenamiento previo y sólo era un colombiano en Inglaterra.  Estaba estudiando guitarra clásica y también empecé con el contrabajo porque la Orquesta de la Universidad de Cambridge solo tenía lugar para los bajistas. 

 

Me enamoré del contrabajo y me concentré totalmente en él.Poco a poco me fui alejando de la música de Jimi Hendrix, los Beatles, Joni Mitchell y Stevie Wonder para acercarme más a Stravinsky, Ravel, Debussy y otros compositores de música clásica y jazz del periodo contemporáneo. 

 

Me fascinó la seriedad con que la música clásica y el jazz son presentados y los aspectos de improvisación del jazz. Forme unas cuantas bandas de jazz y mas adelante me uní al Club de Jazz de Cambridge, como bajista residente con mi gran amigo y baterista Nic France.

 

Teníamos que aprender rápido, pero era muy emocionante porque tocábamos con todos los músicos de jazz de Inglaterra, América y Europa que iban de gira. Me estaba convirtiendo en un músico muy conocido. Estudiaba todo el tiempo y estaba totalmente inmerso en la música.

 

Vivía exhausto, tomando café y quedándome dormido en cualquier parte.

 

Seguí  esforzándome porque sabía que había algo bueno estaba esperándome y sólo  pensaba  en que tanto trabajo me tenía que llevar a alguna parte.Y así llegó un proyecto muy importante: The Trevor Kaye Quartet con el que ganamos el concurso de mejor banda en el Festival de Jazz de San Sebastián en España.

 

Terminé mis estudios en Cambridge con mi tesis sobre John Coltrane y recibí mi titulo en Bachelor of Arts.Después del grado, Nucleus, una de las bandas de jazz eléctrico más prominentes en Inglaterra, me ofrecieron tocar con ellos. 

 

En 1980 me uní a la banda y me fui a vivir a Londres.La vida en Londres era fantástica. Tenía mucho trabajo, hasta de a tres conciertos de jazz al día. Estaba aprendiendo mucho, estudiando y practicando todo el tiempo. 

 

Muchas veces tocaba hasta 14 horas diarias y me estaba convirtiendo en un bajista muy bueno y versátil. 

 

Mis mayores influencias fueron Jaco Pastorius, Scott LaFaro y Ron Carter. Mi nueva banda Macondo, después de leer Cien años de Soledad, se volvió mi amor especial porque se convirtió en vehículo para experimentar con mis composiciones. 

 

Tenía sabor latino pero era altamente improvisativo y tenía  mucha influencia de Weather Report. Participamos y ganamos en un concurso  contra 200 bandas provenientes de todas partes de Europa y nos invitaron a los Festivales de Jazz de Montreaux y de Monterrey.

 

Tocaba mucho en conciertos de jazz acústico pero estaba empezando a experimentar con ensambles free jazz y música electrónica. Con Nucleus y Macondo continuaban las giras alrededor de Inglaterra y Europa.Por esa época ocurrieron los momentos más mágicos de mi carrera musical. 

 

Forme la banda “Sunwinds” con mis amigos y excelentes músicos Nic France, Dave DeFries y Mark Wood. Compusimos y desarrollamos un estilo de improvisación muy emocionante. Estaba en lo mas alto de mi nivel musical,  pero aún tenía problemas económicos; vivía en casas abandonadas que a veces no tenían ni agua ni luz.

 

El gran compositor y artista Thomas Dolby me invitó a unirme a su banda como guitarrista. Me fascinaba el jazz de Miles, Coltrane y Bill Evans, pero la idea de tocar música pop y dormir en hoteles 5 estrellas además de ganar más dinero me empujaron a comprar una guitarra para tocar con la banda de Dolby. 

 

Viajamos por el mundo y tuvimos una época increíble. La música de Dolby era fantástica  para tocar en vivo y el montaje de los conciertos era impresionante. 

 

Una noche por esos días, estaba tocando en un club de Londres cuando el legendario guitarrista Pete Townshend se me acercó y se presentó diciendo que tocaba con la banda The Who, que le gustaba como tocaba y me invitaba a grabar algo con ellos. 

 

Yo guardé la compostura y le di el número telefónico. Pero tan pronto el salió del club, empecé a correr y a gritar como loco. Pete Townshend era mi héroe de Woodstock y la idea de estar en el mismo estudio grabando con él era demasiado para celebrar callado. 

 

Yo sabía muy bien quienes eran The Who desde hacía algunos años y conocía todas sus canciones. Hicimos algunas grabaciones con Pete y en mi primera sesión terminé tocando guitarra para el álbum Scoop. Empecé a convertirme en unos de los bajistas mas contratados en la escena musical de Londres. Toque en muchos conciertos y tuve mucho trabajo de estudio. 

 

Mi gran amigo y baterista Simon Phillips me invito a una audición para la banda Pretenders, dirigida por Chrissie Hynde. 

 

Ellos estaban en el punto más alto de su carrera y me escogieron para el trabajo. Comenzamos a grabar un álbum en Apple, el estudio de los Beatles. Esos fueron unos días fabulosos para mi… de mi casa en Bogotá a grabar en los estudios de Abbey Road en Londres fue un camino muy largo. 

 

Compré mi primer apartamento en un barrio al noreste de Londres llamado Willesden Green. La vida sonreía.Cuando empezamos a grabar con los Pretenders, el Volcán Nevado de Ruiz en Colombia hizo erupción y se llevó consigo más de 25.000 personas. Al ver todas las imágenes por televisión de esta tragedia que azotaba a mi país, sentí el llamado y entendí que me había llegado la hora de hacer algo por mi gente en Colombia.

 

La pobreza, la desigualdad y la injusticia que alguna vez me hicieron salir de mi país, ahora me traían de vuelta.Trabajé día y noche entre sesiones de grabación para el álbum Get Close de Pretenders, organizando un concierto para las víctimas del volcán en Armero. Pedí dinero prestado y puse del mío para alquilar el Royal Albert Hall de Londres. 

 

Se llamó Colombian Volcano Appeal Concert, Concierto pro-desastre por el Volcán Colombiano.Acudí a mis amigos famosos, Chrissie Hynde y Pete Townshend quienes  inmediatamente ofrecieron su ayuda. Chrissie invitó a Annie Lennox y Pete invitó a David Gilmour.Todos trabajamos muy duro para el que fue el día más feliz de mi vida.El concierto fue un todo un éxito y recaudamos mucho dinero para la caridad. 

 

Construimos un colegio, un centro deportivo y una fábrica de ladrillos para ayudar a muchas de las víctimas del desastre. Esto marcó el comienzo de la  fundación de caridad que hasta el día de hoy se ha convertido en una parte cotidiana y muy importante de mi vida.Mi amor y gratitud para Annie Lennox, Chrissie Hynde, Dave Gilmour y Pete Townshend. 

 

Sin ellos no hubiera podido hacerlo. También el mayor de los agradecimientos a Jill Bowen, quien me ayudó incansablemente con la organización del concierto y la caridad. Nos volvimos grandes amigos hasta su muerte hace unos años. Espero que esté mirándonos desde algún lugar.

Chucho Merchan
Chucho Merchan

Después de trabajar juntos muy bien durante el concierto para Colombia, Annie Lennox me llamó unas semanas mas tarde invitándome a unirme los Eurhythmics para grabar un álbum y salir de gira mundial. Era muy contradictorio lo que me estaba pasando. Tenía que escoger entre dos de las mejores bandas mejores pagas de todo el mundo.

 

Eventualmente me decidí por los Eurhythmics y una relación musical de 8 años.  Salimos de gira mundial 2 veces, tocamos en los conciertos mas importantes y la pasábamos delicioso. Me volví gran amigo de Annie Lennox y de Dave Stewart y seguimos manteniendo esa amistad todavía. 

 

Tuvimos el chance de conocer a la princesa Diana y al príncipe Carlos de Inglaterra, personas muy amables y sencillas, durante el concierto en beneficio de la fundación de caridad del Príncipe Carlos en Londres.También tocamos en el Nelson Mandela 70th Birthday Tribute Concert, celebrado en el estadio de Wembley en Londres, que fue visto por mas de un billón de personas en mas de 60 países al rededor del mundo. Durante las diez horas de concierto la atención se enfocó en los males del régimen del apartheid y especialmente en el encarcelamiento indefinido el reconocido líder de la mayoría Surafricana. 

 

La emoción generada por el concierto llevó al aumento de la conciencia política y Mandela fue liberado poco tiempo después. Esta noticia me sacó lágrimas de emoción. Nelson Mandela ha tenido una gran influencia en mi vida y en mi opinión es el líder político perfecto. Mente limpia, inteligente amigable, afectuoso y altamente educado, con una gran visión y uno de los grandes promotores de la política de la no violencia. 

 

También participé en la organización del concierto Un día por el Tibet (A day for Tibet) en 1996 presionando para la liberación del Tibet del gobierno Chino. Tuve la oportunidad de conocer al Dalai Lama, que en 1959 después de la represión del gobierno Chino ante la sublevación nacional tibetana, fue obligado a buscar asilo en la India.

 

Como líder del Tibet en el exilio, trabajó incansablemente no sólo en beneficio del pueblo tibetano, sino también a favor de los derechos humanos en el mundo. Premio Nóbel de la Paz en 1989 y hoy día reconocido universalmente como uno de los más prominentes líderes espirituales del mundo. 

 

Sus enseñanzas siempre han sido compatibles con mis propias creencias; él me enseño la importancia de la búsqueda de la felicidad y de la compasión. El es mi guía espiritual. La actividad musical no paraba. Estuve de gira y grabando sesiones, pero paralelamente  seguía mi trabajo con Pete Townshend.  

 

Uno de los mas gratos recuerdos que tengo, fue cuando Pete me nombró director musical de su banda Deep End. Éramos 13 músicos, con el mejor standard posible. Pete, David Gilmour y Simon Philips en la misma banda y yo los dirigía. Estaba volando alto y feliz por tal compañía. 

 

Hay un álbum en vivo y un video de esos conciertos llamado Deep End Live. Con Pete Townshend también estuve tocando en Woodstock en la celebración de su 25 aniversario. Una vez más, me sentía feliz y honrado de estar allá, especialmente por Pete, quien tocó en el primer concierto de Woodstock. Este concierto cambió la dirección de la escena musical en ese entonces, porque le demostró al mundo el poder de la música y que el lema de paz y amor del movimiento hippie era una verdadera y sólida propuesta para los jóvenes y para el mundo. 

También me dio la oportunidad de hacer el arreglo de cuerdas y dirigir a la Orquesta Sinfónica de Londres para uno de sus álbumes, Iron Man. Durante la grabación de un álbum de Dave Stewart como solista, tuve la enorme oportunidad de conocer y grabar con el gran ex Beatle, George Harrison, con el que posteriormente nos volvimos buenos amigos y frecuentemente me invitaba a fiestas y cenas que ofrecía en su casa y donde pasábamos ratos muy especiales  en compañía de su esposa Olivia y de su hijo Danny. 

El era una de las personas más amables, cálidas y hermosas que he conocido. Su humildad lo hizo aun más grande de lo que era. Fue el primer músico en organizar un concierto de caridad para ayudar a la gente de Bangla Desh. En verdad lo extraño mucho.Déjenme contarles una historia: Una vez me llevaron a prisión en Inglaterra porque llevaba un machete en el carro que tenía para defenderme después de que me atacaran unos criminales al sur de Londres, pero hacer eso era totalmente ilegal. Así que estuve encerrado por unas horas, hasta que un guardia vino a decirme que me podía ir y que no había cargos penales en mi contra. 

En medio del asombro le pregunté al policía porqué me dejaban ir. Me contestó que una gente famosa había venido a sacarme y que querían evitar el escándalo. Le pregunte quienes eran y dijo que George Harrison y Pete Townshend habían intercedido por mí. Otra gran historia es cuando Chrissie Hynde me invitó a oír el nuevo oratorio de Paul McCartney. Chrissie era muy buena amiga de Linda McCartney y todos nosotros éramos vegetarianos y trabajábamos por el respeto y los derechos de  los animales. 

 

Al terminar el oratorio Chrissie me dijo que Paul nos invitaba a comer a su casa. Llegamos a la casa antes que Paul, y cuando sonó el timbre abrí la puerta y era el. Me preguntó quien era yo. Le dije que era Chucho, amigo de Chrissie y que bienvenido a su casa. El se rió y después me llevo a conocerla. 

 

Me mostró el piano vertical en el que había grabado Maybe I’m Amazed de su primer álbum como solista y me contó muchas historias de los Beatles. Luego fuimos al jardín donde tenía un cuarto redondo de vidrio y me mostró una cama también redonda que perteneció a Groucho Marx y que había sido un regalo de Alice Cooper para el. 

 

Me senté ahí un rato y estaba feliz porque a mi me encantaba Groucho Marx. El me contó que pasaban mucho tiempo en ese cuarto con los Beatles en su época y que lo usaban para experimentar con LSD. Mientras estábamos allí, Linda entró preguntando si no había problema conmigo si se fumaban un cigarrillo de marihuana. 

Chrissie sonrió diciéndole que yo era colombiano. Cuando lo prendieron, el aroma era tan  familiar que le dije a Linda que eso me olía exactamente a la marihuana que crecía en la Sierra Nevada de Santa Marta y ella asintiendo con la cabeza me confirmó que era de allá, y que además tenía 2 kilos. Al final de la noche, Paul enrolló otro cigarrillo y me lo regaló. 

Lo puse en mi bolsillo pensando en que ese era el regalo más especial que me habían dado en la vida, así que le dije a Chrissie que quería ponerlo en una caja de vidrio con una inscripción que dijera “De Paul McCartney para Chucho”. Ella me dijo que no fuera tan fanático; tomo el cigarrillo de mi mano y se lo fumó. 

Ahí quedó el regalo de Paul hecho humo. Mientras tocaba con Pete me volví buen amigo de David Gilmour y grabé unas cuantas sesiones para él. Me ofrecieron la organización de un concierto para realizar en Colombia que promovería una cumbre ecológica y con el poder de la música, me comprometí inmediatamente con la idea. 

 

Llevé a Colombia a Dave Gilmour, Roger Daltrey, Phil Manzanera y otros amigos artistas, pero el concierto fue un total y completo desastre. Es una historia larga para contar y muy triste para ser recordada. Mis amigos fueron a Colombia para ayudarnos y les fallamos. Gilmour me dijo “Chucho, yo te quiero mucho, pero no volveré a Colombia otra vez”. 

Atravesé una depresión muy grande que duró 4 meses hasta que me recuperé y me prometí seguir trabajando para ayudar mi gente de Colombia. Aprendí que uno no puede dejar que le dañen el corazón y la buena disposición hacia la vida, tantas malas experiencias y la gente negativa de este mundo. 

Colombia tiene un pequeño porcentaje de personas que le han dado al país una terrible reputación,  pero en realidad Colombia es un lugar maravilloso, con gente trabajadora, increíblemente afectuosa y cordial, unos paisajes majestuosos y extensas fuentes de riqueza natural, y una gran variedad de comida maravillosa. 

Después de estar 25 años en Inglaterra, comencé a trabajar con artistas hispanos como Fito Paez, Luz Casal, Miguel Ríos, Armando Manzanero y Robi Draco Rosa. A lo largo de mi vida dediqué mi tiempo libre a escribir y grabar mis propias canciones porque quería construir mi carrera como solista. 

 

Me rechazaron muchas veces argumentando que mis letras no eran comerciales, que debería cantar en español y tal vez cambiar mi estilo. 

Eventualmente dejé de tocar las puertas de las compañías disqueras porque me molestaba que estas personas me dijeran cómo debería ser mi música. Seguramente ellos no le dijeron a Bob Dylan cómo debía escribir canciones o a Picasso qué colores debía usar, y aunque no me puedo comparar con ellos, mi música y mi carácter musical también merecen  respeto, y preferí conservar mis canciones libres de las  opiniones de las casas disqueras y de las fábricas de dinero.       

El deseo de ser un artista es algo que se lleva por dentro, algo que uno tiene que hacer por encima de lo que digan los demás y que cuando brota no se tiene control sobre el. Simplemente ES. Así sea un éxito comercial, o no lo sea y se haga por puro placer. Vincent Van Gogh no vendió ni una obra en vida y ahora sus cuadros se venden por sumas increíbles de millones de dólares.  En 1998 sentí el llamado de regresar a Colombia y qué mejor excusa para volver a Latinoamérica que el ofrecimiento de Saúl Hernández, mi amigo y hermano, de unirme a su banda Jaguares, con quienes estuve de gira casi dos años y medio por México y EU.Me di cuenta de cuánto extrañaba la cultura y el humor de los latinos y que ya era hora de volver a Colombia para hacer realidad el sueño de grabar mis propios discos,  trabajar mas de cerca con Foneva, mi fundación de caridad, y donde seguramente mi vida tendría más valor que en Inglaterra por todo lo que había por hacer. Así que decidí empacar mi casa en Londres y con mis 3 gatos nos  regresamos a Colombia después de 30 años de vida en Europa. 

Compre una tierra a las afueras de Bogotá y construí una casa y un estudio de grabación. También empecé a trabajar como productor con artistas colombianos como Los de Adentro y Cabas. Es maravilloso estar otra vez en Colombia, cerca a mi adorada madre y rodeado otra vez de mi familia y amigos de infancia. 

He llegado a un punto de intersección en mi vida, pues ya he grabado discos con las canciones que he escrito todos estos años  y con mi propio financiamiento todo lo recaudado siempre va directamente a Foneva para continuar ayudando a quienes más lo necesiten y por supuesto, brindar la ayuda que mas pueda a la lucha por la liberación animal que en ocasiones parece inalcanzable.

Actualmente vivo en mi casa de campo, con todos mis animales, compitiendo por el título del hombre más feliz de la Tierra. En estos momentos estoy materializando uno de los sueños mas grandes de mi vida, mi álbum animalista "Revolución de Conciencia", en donde expreso diferentes pensamientos y emociones que a diario retumban en mi vida y que por ende era tan importante  plasmarlo en lo que mas me gusta hacer, la música. Espero que con este nuevo álbum, se entienda una vez mas la declaración de mi sueño por un mundo mejor, a través del amor y la compasión, y como siempre, mi manifiesto por el respeto.

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